por momentos decidía dedicarlo entero al entendimiento de la naturaleza que se impone y
propone dirigir los vientos, las cuerdas, revotar entre montañas, aplaudir en forma de olas y, entre algunas notas, hacerse blanco silencio, helado silencio, solíquido silencio.
es un espectáculo que se renueva todo el tiempo, a cada instante. ese tiempo mío que me sobra y se lo dedico me es retribuído en forma de apariencia. pero es fácil darse cuenta de que no esla misma eferbesencia de las aguas, que a cada instante una nueva partícula se mete entre las piedas viejas y tomaa la forma del agua anterior y cuando quiere quedarse se tiene que ir porque otra agua, igual de pesada, igual de liviana, viene ya a ocupar su viejo lugar, y así ...
ninguna quietud. nisiquiera cuando es denoche.
las piedras no son naranjas, no son grises.
son negras,
casi no son.
huecos elevados, quizas. la oscuridad por la que se supone camina el agua que sigue incolora, inolora, inexistente, descalza.descalza yo. escondo mis pies y escondo mis ojos, estiro los brazos, me herizo la piel y
me acomodo en la roca- que tiene el tamaño mio cuando duermo acurrucada- para creer que todo eso sigue siendo real aunque no haya ni un solo sol que lo dibuje.
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